NUESTRA HISTORIA
En 2005, resultado del sólido compromiso y responsabilidad social de sus fundadores, nace Padrinos de Nuevo León a.b.p., con el propósito de apoyar a niñas, niños y adolescentes víctimas de maltrato que se encontraban bajo el cuidado de Instituciones de Protección, tradicionalmente llamadas Casas Hogar, ofreciendo diversos programas para su desarrollo y la adquisición de habilidades que facilitaran su integración a la vida en familia y a la sociedad, así como apoyo y acompañamiento para continuar sus estudios a quienes por cumplir la mayoría de edad, debían egresar de estos centros de asistencia social.
Con base en los lineamientos internacionales así como en la Ley General y Estatal de Niñas, Niños y Adolescentes que priorizan el derecho a Vivir en Familia, aunado a múltiples estudios que demuestran las repercusiones irremediables que afectan el desarrollo de los menores de edad institucionalizados, Padrinos de Nuevo León a.b.p. buscando siempre el interés superior de la niñez, amplía su campo de acción al dirigir esfuerzos que coadyuven a la integración de esta población a entornos familiares libres de violencia, que garanticen sus derechos fundamentales, brindando apoyos para su alimentación, educación, recreación, así como para atender otras necesidades apremiantes, que por situación de vulnerabilidad por ingresos, su familia extensa de acogimiento, no puede enfrentar.
Con base en los lineamientos internacionales así como en la Ley General y Estatal de Niñas, Niños y Adolescentes que priorizan el derecho a Vivir en Familia, aunado a múltiples estudios que demuestran las repercusiones irremediables que afectan el desarrollo de los menores de edad institucionalizados, Padrinos de Nuevo León a.b.p. buscando siempre el interés superior de la niñez, amplía su campo de acción al dirigir esfuerzos que coadyuven a la integración de esta población a entornos familiares libres de violencia, que garanticen sus derechos fundamentales, brindando apoyos para su alimentación, educación, recreación, así como para atender otras necesidades apremiantes, que por situación de vulnerabilidad por ingresos, su familia extensa de acogimiento, no puede enfrentar.